Es tan vasta la información que he adquirido a lo largo de los años sobre el tema del maltrato, que me cuesta mucho trabajo darle un orden a éste.

Empezaré diciendo que mi interés viene dado porque yo fui víctima de maltrato psicológico en dos ocasiones y ambas sucedieron en el ámbito laboral. De las dos situaciones deduje que el maltrato aniquila a la víctima de muchas formas pero sobre todo elimina por completo la voluntad y acaba uno siendo una marioneta con deseos de libertad.

Ejercemos maltrato sin darnos cuenta: cuando hacemos chistes a costa de otros, cuando ridiculizamos a las personas a quienes queremos, cuando les comparamos con otras personas para resaltar sus defectos, cuandos les obligamos a hacer cosas que no quieren, como comer o como impedirle dormir el tiempo necesario.

El maltrato va más allá de levantar la mano y nadie está libre de padecerlo alguna vez en la vida.

De cada una de estas sutilezas hablaré detenidamente.