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Lo mejor está por llegar

jueves, junio 29, 2006

No hay maltrato si no hay víctima

Cuando Bruce Lee se ve encerrado en una calle sin salida y rodeado de individuos dispuestos a matarle, nadie cree que Bruce Lee se encuentre en peligro pese a que la disposición violenta de esos individuos era evidente. Nadie tildaría la situación de maltrato.

Si en vez de Bruce Lee, quien estuviera acorralada en esa calle fuera una niña de siete años, la escena sería aborrecible porque esa niña es una víctima segura.

La diferencia es que Bruce Lee, sabe defenderse, no es una víctima mientras que la niña está en manos de la repugnante perversidad de sus atacantes. No es lo mismo estar indefenso que tener recursos para salir de cualquier abuso y una mujer que se encuentra en una situación de maltrato por la persona de la que una vez se enamoró estaba indefensa porque el amor hace que bajemos la guardia. Y dije "estaba" aposta porque jamás debe cargar de por vida sobre sus hombros el peso que conlleva la indefensión. "Víctima" debe dejar de ser su apellido.

Hay indefensiones que no se pueden resolver como el hecho de que el maltratador sea más fuerte que la víctima o tenga un arma en la mano pero hay otras que está en manos de la mujer erradicarlas y las enumero a continuación:

1º Percepción de víctima de que por sí sola no puede escapar de su situación de maltrato porque asevera la afirmación que su maltratador le canta todos los días sobre que "no sirve para nada".

Un maltratador físico es primero un maltratador psicológico y va a intentar convencerte de que sin él no eres nadie. Si le crees, estás perdida porque das por hecho que no hay salida y créeme, si aún vives es que vales mucho porque has sabido calmarle en situaciones muy intensas, has sabido evitar momentos difíciles y has superado las heridas y respetado tu vida. Has desarrollado habilidades para convencer que no todo el mundo tiene desarrolladas y tienes alerta todos tus mecanismos de defensa. Tú vales mucho porque todavía estás viva y has resistido.

2º. Percepción de que no se puede salir adelante económicamente sin los ingresos del maltratador: mentira.

Si tienes manos y tienes pies, tienes todo lo que hace falta para salir adelante. Piensa en todas las cosas que puedes hacer para ganar dinero y que ya haces en casa, como por ejemplo limpiar, planchar... eso para salir, luego te darás cuenta de que puedes hacer mejores cosas pero con eso te basta para salir adelante y es fácil encontrar trabajo limpiando. Más vale "rebajarse" a esas tareas (que, apuntemos también, son trabajos muy dignos y te dan el pase a la libertad) que rebajarse a permitir que te levanten la mano.

Trabaja en secreto mientras vives con él y ahorra en secreto. Hoy en día hay bancos con los que puedes trabajar sin que tu marido se entere y sin recibir una sola carta. Además puedes guardar dinero en fondos de inversión que, hoy por hoy, no exigen declaración fiscal hasta que no los liquidas. Hazte muy amigo de alguien de confianza del banco para que te pueda ayudar a tener de la forma más discreta posible unos ahorros con los que contar el día que decidas escapar de casa.

3º Muchas veces, nuestros valores o nuestra idea de lo correcto son un obstáculo para sobrevivir. Creemos que la mentira es una opción terrible que no debemos ejercer. Pero si crees que la verdad puede provocar que se enfade MIENTE.

Él ya está jugando sucio faltándote el respeto y faltando a tu integridad física y moral. Ahora bien, si la mentira es un derecho en este caso porque, no te quepa duda, ES TU DERECHO, entonces tienes derecho a hacer todo lo que te prohibe siempre que te ayude a sobrevivir. Por ejemplo, si te prohibe tener amigos a quien pedir ayuda, TÚ CONSERVA ESOS AMIGOS y miéntele y dile que ya no los tienes. TRAICIONALE en todo lo que te sirva para sobrevivir. ANTES ESTÁ TU DERECHO A LA VIDA.

4º Hay dos formas de cruzar un campo de fútbol. La primera es cruzarlo protegiéndote la cabeza con las manos, de esta manera, si te viene un pelotazo, al menos tienes protegido lo más importante.

La segunda forma de cruzar el campo es diferente. Consiste en seguir la trayectoria del balón con la mirada mientras cruzas el campo. De esta forma podrás evitarlo en cuanto veas que se acerca a ti.

La primera fórmula, no está mal, si te dan pelotazos, al menos no te dan en la cabeza. La segunda fórmula es la más adecuada para no recibir pelotazos en la cabeza ni en ninguna otra parte del cuerpo... y de camino te sirve para no tener miedo a un balón. En el primer caso, eres una víctima, en el segundo, decides no serlo.

Para ver el balón, yo te recomiendo que apuntes en un papel todo aquello que de tu vida te aterroriza. Apunta no sólo lo que él hace contigo, las amenazas que te incrusta en el corazón sino también apunta qué es lo que te da miedo y que te impide dejarlo. Apunta uno por uno esos fantasmas y ahora imagínate que no son tus miedos sino los de otra persona y aconséjale lo que tiene que hacer para dejar de sentirlos. Entonces empieza a afrontarlos uno a uno con esos mismos consejos.

Si necesitas mi ayuda para esto, cuenta conmigo. Mi correo es anails@wanadoo.es

¡Animo! ¡Deja de ser víctima!

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