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Lo mejor está por llegar

jueves, noviembre 18, 2010

Por qué no hay que tenerles lástima

Hay muchos motivos que impiden salir de un proceso de fuga haciendo efectiva la fuga pero uno de los más difíciles de solventar es el de la lástima que profesamos por nuestros leones. Hay otros motivos, por supuesto, empiezando por el miedo, por la dependencia, por la falta de recursos... pero hoy hablamos de la lástima.

En la mayoría de los casos, nuestros leones vienen de una familia de leones, como es lógico y una vez fueron gacelas antes que leones. En su casa hubo gritos, insultos, humillaciones y poco a poco crecieron con la idea de que la única foma de comunicarse con los demás es a dentelladas. Los habrá huérfanos, que perdieron uno o los dos progenitores, o han tenido un familiar que abusó de ellos o que les pegaba palizas. Los más sutiles, los que ejercen agresiones psicológicas, fueron manipulados y amenazados, intentaron satisfacer sin éxito las eternas exigencias de su mentor. Algunos viven aún influidos por su león.

Entonces se enfadan, sacan lo peor que tienen dentro y tú tratas de entender sus enfados y de justificarlos: Esta estresado, el pobre no entiende, tuvo una infancia muy dura, en el fondo es bueno, no controla sus impulsos, quizá yo no le esté entendiendo. Y además él te ayuda a pensar que tú deberías tener una deferencia con su desgracia. Te hace culpable de lo que pasa, según él eres la que provoca las discusiones con tu falta de tacto, o con tu falta de inteligencia o con tu falta de personalidad. Muchos leones dependen económicamente de las gacelas. Algunos no dependen económicamente pero dicen depender emocionalmente (Sin tí no soy nada, que diría la canción). Le ves y piensas en su vida sin tí: no sabe freírse un huevo, está solo en el mundo, no tiene trabajo... qué pena ¿verdad? Será mejor que apartemos nuestra vida a un lado para satisfacer sus insaciables necesidades.
 
Sin embargo, te voy a dar una razón muy poderosa para que no pienses lo que hemos escrito antes:

¡Ellos eligieron!

En este mundo hay personas maltratadas que eligen no maltratar. Hay huérfanos que eligen no hacer la vida imposible a sus hijos. Hay millones y millones de personas estresadas que deciden no pagar su estrés con las personas a las que quieren. Todos hemos sufrido alguna vez y eso no nos da bandera blanca para hacer sufrir.

Podrías sentir lástima por tu león por otros motivos. Analicémoslos:

1. Está desempleado y te necesita: Cuando una persona está desempleada y alguien le saca las castañas del fuego, no tiene prisa por arreglar su situación. Cuando se está desemplado pero no tiene ayudas, busca trabajo de las piedras. En realidad le haces un favor si le dejas porque le obligas a valerse por sí mismo.

2. En el fondo es bueno: Las personas no son buenas ni malas. Las personas te hacen daño o no te lo hacen y si te hacen daño es mejor no tenerlas cerca. Es una simple razón de supervivencia. No te preguntes jamás si él tiene razón. Sólo pregúntate si quieres vivir con un continuo castigo.

3. Está solo y no tiene a nadie: precisamente los leones son personas que nunca están solas. Son unos grandes conquistadores. Saben cazar, llevarse la presa a su terreno.  Son encantadores, tratan como reyes a sus gacelas al principio de la relación. No estará solo. No se morirá si tú no estás. No llevará una vida triste cuando te vayas de su vida. Al contrario: tú estás viviendo ahora una vida triste y dolorosa para evitarle a él una tristeza que no va a sufrir.

4. Te necesita: Esto en parte es cierto. Necesita controlar y dominar a alguien para sentirse bien consigo mismo. Necesita una gacela pero no tienes por qué ser precisamente tú. El día que desaparezcas de su vida, su sangre seguirá circulando, su pulmón seguirá reteniendo y expulsando aire y no cesará la alternancia entre la sístole y diástole de su corazón: seguirá VIVO. No morirá. No eres el cordón umbilical de un león. No te necesita ni para vivir, ni para sentirse bien, ni para salir adelante. No te necesita para nada. Sin embargo tú sí que necesitas salir de su vida para encotrar la paz.

5. No controla sus impulsos: eso no es verdad. Sí que los controla. Controla delante de un jefe en su trabajo. Controla los impulsos si trabaja de cara a los clientes. Controla cuando tiene algo que perder. Recuerda el principio de tu relación ¿te acuerdas cuando sí controlaba sus impulsos? Seguro que te acuerdas.

6. Necesita ayuda psicológica: Es posible. Bueno, más que posible, seguro que es así pero pocas gacelas llevan consigo el título de Psicología así que poco podemos hacer. Tu león tiene piernas para ir a una clínica y manos para llamar por teléfono. Tú no tienes por qué intentar psicoanalizarle.

Estas son las posibles razones para tenerle lástima a tu león que se me han ocurrido hoy y que he intentado rebatir para que te liberes de esa carga pesada de hacerte responsable de la desgracia de tu león. Si tienes alguna más escríbeme. Estaré encantada de analizarla y darte una razón por la que NO LE DEBES TENER LÁSTIMA.

Recuerda además que lástima y amor no son la misma cosa. Las gacelas empiezan sintiendo amor por sus leones, luego lástima y al final odio. Hay que mirarlo desde un punto de vista positivo: si sientes lástima es que estás a medio camino de encontrar la fuga. Te falta menos para estar preparada para ser libre.

3 comentarios:

  1. Anónimo2:54 p. m.

    Mi querido león escribe poesía pero no trabaja de forma remunerada. Con 40 años vive con sus padres, hecho consentido principalmente por su madre, una leona. Su padre,otro león, lo ha tratado muy mal desde siempre. Ambos pelean casi diariamente. Mi león tiene un hijo de una relación anterior, ya adolescente. Me da lástima todo lo que ha sufrido, que viva en la miseria junto con su hijo y que siendo escritor no pueda ganarse la vida escribiendo. Él argumenta que la escritura es su vida y que quiere trabajar pero a la vez teme que el posible trabajo le absorba. A veces se califica de inútil pero no pone currículos. Creo que usa su pasión (la escritura) para justificar su abuso con sus padres, con su hijo y conmigo. Tengo trastorno bipolar pero estoy estable, trabajo, tengo amigos. Tengo días en que estoy más irritable pero no es siempre. Creo que usa mi enfermedad para controlarme; hace generalizaciones negativas sobre mí(¡y continuamente me compara con su padre, el "monstruo" de su casa)y me hace creer que la convivencia conmigo es y será muy difícil. Este es su punto fuerte, donde me hace dudar. Lo que más me avergüenza de mi enfermedad es el hecho de que la gente me pueda rechazar sin conocerme. Él me confirma que es verdad, que me van a rechazar porque "soy difícil". Por último, mi psiquiatra me anima para que le diga que "no" en aquello en lo que no me sienta bien, sea lo que sea.
    Muchas gracias por el blog. Es todo un oasis.

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  2. Perdona por no haber detectado este mensaje antes. Te agradezco mucho tu confesión. Hace poco leí un artículo en el que decía que muchas veces culpamos a los demás para no responsabilizarnos de nuestra parte de culpa. Al hacer esto ni progresamos ni progresaremos nunca porque si no reconocemos nuestros propios errores no podemos ponerle remedio.

    Yo trabajo para pagar mis gastos y a la vez escribo no sólo en esta blog sino que redacto mi segunda novela y para poder hacerlo, madrugo mucho. Me levanto a las cinco de la mañana y mi trabajo literario progresa. Así que puedo decirte con rotundidad que se puede trabajar y escribir a la vez.

    No puedes responsabilizarte de su encadenamiento a depender de los demás así que el consejo que te da tu psiquiatra no sólo es conveniente sino que debería ser tu bandera. Sus errores no son culpa tuya.

    Ana Isabel.

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  3. Anónimo7:47 p. m.

    lo que yo queria, gracias

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