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Tiene mal carácter, está estresad@, no exageres, no es para tanto,
no te lo tomes tan a pecho, lo que pasa es que tú eres demasiado sumis@, ocurre
porque se lo permites, le pierden sus malas formas pero en el fondo es
buen@.... ¿no te ocurre que las personas a quienes les
cuentas tu problema intentan ponerle otro nombre distinto a lo que en realidad
es para ti?
Cuando esto ocurre, tú empiezas a dudar: quizá tengan razón, a lo mejor no es como yo
lo creo, es posible que no esté siendo objetiv@... Y cuando dudas, tu
sistema de defensa baja la guardia pero tú sigues sufriendo. Ese maquillaje es inevitable y ocurre porque
las personas que no sufren de forma directa los ataques no pueden entender lo
que está ocurriendo.
El maquillaje no es bueno
Reduce la importancia de las cosas, viene de
personas que no están viviendo tu realidad y no la comprenden en profundidad,
permite que dudes sobre tu postura ante el conflicto y permite que dejes de
defenderte al menos en tu inconsciente… no debes permitirlo.
Suele ser más acusado en casos de mobbing,
cuando un compañero o un jefe la toma con una persona y empieza a ridiculizarla
y a resaltar sus errores y cuando la gacela se queja, los demás intentan
quitarle importancia, indicarle que tampoco es para tanto, que no le haga caso,
y a poner en duda la fiabilidad de la gacela por algún error cometido en vez de
quitarle la razón a quien ejerce la violencia que es quien carece de
justificación alguna.
También sucede muy a menudo bajo formas que,
sobre todo en España, no consideramos violentas como, por ejemplo, el sarcasmo,
la ironía, el humor…
La violencia es visible e inadmisible y no podemos
permitir justificarla en base a la supuesta falta de valía de quien la sufre.
Todo el mundo tiene derecho a ser tratado con dignidad, a que no le griten ni
ridiculicen, ni hagan chistes a su costa… hacer eso contra alguien es ejercer
el maltrato y quitarle importancia diciéndote que no tienes sentido del humor,
también lo es.
Si alguna vez dudas cuando alguien se ha
molestado en pintarte bonito lo que no puede pintarse bonito por ningún lado, pregúntate
siempre cómo te sientes. Si te sientes mal, ya sabes que el otro no lo está
haciendo bien. Si le informas de cómo te sientes y en vez de corregir su
comportamiento, continúa con su actitud o te echa la culpa a ti, ya puedes
llegar a la conclusión de que no hay nada que pueda maquillar eso y que esa
persona no va a hacer nada por resolverlo.
Acuérdate siempre: quien te hace daño
conscientemente, es un león y quien lo justifica es otro león de la misma
manada, porque, aunque sólo sea una gacela asustada que no quiere problemas,
ante tus ojos y tu realidad, ante tu corazón dolido, es otro león.
¡Qué nadie te lo maquille!
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