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Nuestro león, de la misma forma que lo hacen los leones de la selva, cuando ven a una gacela más débil que el resto de la manada, la separan de ella para que no pueda defenderse.
Para quienes no puedan entender por qué una gacela sigue al lado de quien la matrata, esto que he explicado es un 40% de las razones que le atan al león: simplemente DEJAN DE TENER RECURSOS PARA PODER TOMAR DECISIONES. El otro 60% viene derivado de sus propios sentimientos y ambos porcentajes tienen su origen en la habilidad de su león para manipular a la gacela.
Poco a poco la gacela va perdiendo toda posibilidad de poder acudir a alguien. Incluso en el terreno económico, los leones tratan de apurar todas sus fuentes económicas para que tampoco el dinero pueda ayudarle a liberarse. A veces el león será un gandul que depende del sueldo de la gacela. A veces, será un trabajador que preserva todo su dinero y que no permite que la gacela progrese, exigiéndole que deje los trabajos con la misma excusa de siempre (los enemigos compañeros del trabajo con los que la gacela puede estar "coqueteando"). A veces le exige a la gacela que genere un conflicto en su lugar de trabajo porque cree que algo no funciona adecuadamente (por ejemplo que salga tarde del trabajo).
Pero nunca está todo perdido
Cuando sentimos que nuestro león nos manipula, nosotros podemos ejercer la contramanipulación, que es una palabra que no existe en el diccionario de la RAE y creo que me he inventado, para explicar cómo podemos llavar a un león a nuestro terreno para conseguir nuestro propósito que es salir de esa situación y te lo explicaré con un ejemplo, que es además una situación real:
Un león impedía siempre que su gacela pudiera tener dinero. Cada vez que la gacela ahorraba algo de dinero, con grandes esfuerzos por otra parte, su león inventaba un gasto imprescindible y dilapidaba su pequeño fondo. Además se las ingenió para que la gacela trabajara en un lugar donde le pagaban 10 veces menos que lo que el león ganaba y a su vez, le exigía cubrir unos gastos que con su poder adquisitivo no podía permitirse. El león ganaba bastante dinero y llevaba una vida acorde con sus ganancias pero la gacela cada día estaba más endedudada intentando cubrir esa vida a todo tren que había elegido el león. Así se aseguraba de que, con tantos préstamos por pagar, la gacela no pudiera permitirse salir de casa aunque fuera alquilando una habitación.
Esta gacela decidió cambiar de trabajo, pero el león se lo impedía. Le decía que el trabajo que tenía era fijo y que no podía dejarlo y sí, era fijo, pero miserable. La gacela tenía que buscar otro trabajo si quería libertad pero no podía ir de frente con el león.
Así que se le ocurrió una idea para convencer al león de que era imprescindible que ella cambiara de trabajo. Le argumentó la propuesta de tal forma que el león no podía negarse:
Afortunadamente, ese miserable trabajo, como todos los trabajos miserables, pagaban muy poco y exigían demasiado. La gacela tenía que trabajar sábados y domingos. Así que comentó a su león que si pudiera encontrar un trabajo que tuviera un horario de lunes a viernes, podrían estar juntos los fines de semana y además se aseguró de que el león sospechara que alguien le rondaba en aquel trabajo. Así que el león aceptó la propuesta. Pudo encontrar un trabajo mejor y en cuanto ganó lo suficiente se marchó de casa. Esta historia, como te he comentado antoriormente, es verídica.
Encamina tus pasos siempre hacia un objetivo: la fuga. Decide qué necesitas para conseguir dicho objetivo y cuando el león te ponga un obstáculo:
Contramanipúlale
No pienses como tú. Piensa como tu león. Haz una lista de todo lo que le irrita, de todo lo que desea, de todas las exigencias que te impone, revísala y complétala todos los días. Esa lista es valiosísima para poder utilizarla a tu favor. Habrá situaciones en las que necesites llevarle a tu terreno y podrás utilizar esa lista convenientemente.
Todos sabemos que la mayoría de los leones son celosos y posesivos. De hecho, suele ser la principal pesadilla de las gacelas. Pero es una debilidad, no una fortaleza y esa debilidad te puede servir para guiarle hacia tus propósitos. Utiliza esa debilidad cuando no quieras estar en algún sitio.
Todos los leones infravaloran a las gacelas. Eso no debería atormentarte. Para ti es una ventaja aunque no lo creas. Normalmente las gacelas tienden a preocuparse por lo que piensa el león y hacen todos los méritos posibles para que el león se convenza de que su gacela sí que vale. Pero eso es una forma de gastar energía muy absurda. El león no infravalora a las gacelas porque tenga razón. Lo hace porque sabe que es una herramienta muy útil de manipulación. No le convenzas de que eres inteligente, guap@, hábil... deja que siga pensando que eres torpe y estúpid@ porque eso te da un margen de maniobra que te permitirá actuar con el factor sorpresa. Muchas guerras se han perdido porque los grandes ejércitos han infravalorado a las valientes minorías.
El camino hacia la libertad está en reconducir la forma de pensar de tu león hacia tus propios intereses utilizando los mismos argumentos de tu león para manipularte.
¡Piensa y Contramanipula!
no me lo creeras pero vivi una experiencia exactamente igual fue muy dificil pero en el fondo mi objetivo era conseguir mi libertad es una experiencia que aun me cuesta superar pero gracias a dios ya lo peor del huracan paso que lectura tan interesante nunca antes habia encontrado una orientacion de lo que ocurrio en mi mente y del porque actue de esa forma gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Anónimo. Me alegro mucho de que ahora pueras mirar atrás todo lo ocurrido.
ResponderEliminarSiempre que necesites hablar de ello cuenta conmigo: anaislibre@gmail.com
A mí también me ayuda a seguir trabajando en esto.
Un abrazo.