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Lo mejor está por llegar

domingo, agosto 21, 2011

Buscar un sueño nos hará libres

A veces la cárcel es de máxima seguridad y parece imposible escapar de esa situación. No ves salida. Piensas que nunca vas a poder ser libre que tu vida va  a ser siempre obeder a un neurótico. La ansiedad te acompaña diariamente, es tu estado natural. No parece que haya solución ante este problema. La situación es insostenible y además no tienes a quién pedirle ayuda. Tu león se ha encargado de cerrarte todos los canales.

Hace muchos años asistí a  una conferencia de una persona que había estado en un campo de concentración y nos contaba que la gente que logró sobrevivir lo consiguió gracias al hecho de que tenían algo o a alguien por lo que intentar sobrevivir. A veces un hijo al que buscar, o una persona amada que le esperaba fuera de aquellas rejas infernales. Planes para cuando se encontrara la libertad. Sueños que alcanzar.

fuente de la foto
Cuando se vive con la ilusión de conseguir un sueño, se trabaja por ese sueño y se dirigen toda la energía y todo el amor hacia ese sueño y al hacer esto ya somos un poco libres porque los obstáculos no nos parecen preocupantes.  Al luchar por ese sueño, cada pequeña opción de nuestra vida, cada decisión y cada acto está perfectamente guiado por ese sueño.

Pondré un caso muy claro de esto que cuento.  Conozco a alguien que desea ardientemente tener hijos. Cuando alguien quiere tener hijos, lo primero que hace es buscar el ambiente adecuado para que eso ocurra. Primero, una estabilidad económica. Luego, una pareja adecuada. Tiempo libre suficiente para atender a un hijo sin perder la garantía de un bienestar económico. Ayudas necesarias para que ese hijo esté bien atendido. Libros de psicologia infantil. Y si el pequeño tarda en venir, entonces, clínicas, tratamientos e incluso hasta recetas de cocina propicias, si falla, instituciones de adopción en los casos más extremos, incluyendo la compra de libros sobre la cultura del país de adopción. Todo, absolutamente todo, va encaminado a ese sueño. Esta persona que conozcto, tenía una pareja que era un león terrible que además tenía hijos.

La gacela de nuestra historia estaba en proceso de adopción cuando surgió un imprevisto y es que uno de los hijos del león se fue a vivir con ellos. Entonces, en un momento de tristeza, el hijo le contó que su padre le había pegado de niño, que había tenido una infancia triste y terrible y que por ese motivo solía autolesionarse y había intentado suicidarse. La gacela aterrada, concluyó que deseaba tener hijos pero que no sólo quería tener hijos sino que quería tener hijos felices con una infancia bonita igual que tuvo esa gacela porque la infancia feliz es el mejor regalo que podemos dar a un hijo.

La gacela rompió con el león y con el proceso de adopción y su sueño le llevó a otra persona que sí le podía dar un hijo feliz. Había estado ocho años dudando si dejarle o no y fue la búsqueda de ese sueño la que le empujó al final a tomar la difícil decisión de dejarle de una vez por todas.

Soy muy consciente, por experiencia propia, que dejar a un león es muy difícil. Nos embargan sentimientos contradictorios que no nos llevan a ningún lado y miles de dudas. Pero cuando estamos persiguiendo un sueño, no hay dudas, sabemos qué cosas favorecen conseguir el sueño y qué cosas lo perjudican. Siempre se va a dar el caso de que el león va a impedir tu sueño, sea cual sea, porque normalmente los leones desean que cumplas sus sueños, no los tuyos. Imagina cualquier sueño, por ejemplo, que deseas ser cantante. Tu león no quiere que hables con desconocidos ¿cómo vas a ser cantante si no te va a dejar siquiera ir a un casting o hablar con el dueño de un local para cantar en él? Por tanto, perseguir tu sueño te llevará siempre a la frustrante conclusión de que tu león, es un obstáculo para tu sueño. Te estorba. Te sobra.

¡Busca un sueño que cumplir y persíguelo!

Te dará la libertad que necesitas.

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